<$BlogRSDURL$>

julio 28, 2006

Hace varios años 

.
Hace varios años cuando a los chicos de la escuela les preguntaban por sus materias favoritas y por las que no les gustaban, siempre las matemáticas resultaban las más impopulares. Tanto número, incluso en la preparatoria y la universidad: tantas operaciones que no sirven para nada y no se pueden aplicar a la vida real.
Luego cuando al tramitar la credencial de elector viene la transformación en ciudadano adulto, la política se hace un tema desagradable, no me gusta porque es una porquería, nadie le entiende.

Años después el ejercicio de la democracia sólo se entiende como el acto de ir a votar, así, inconexo de indicadores económicos, mediciones de pobreza, estrategias y resultados de combate a la corrupción o en contraste la impunidad, y demás etcéteras.

Las elecciones del 2006 se nos vinieron como una avalancha a la que no estábamos preparados. Electores que no tienen la menor idea de cómo se opera la política y de cómo "leer" los escenarios probables y el comportamiento de cada uno de los jugadores.

Hay sólidas pruebas matemáticas y estadísticas, así como evidencias de influencias ilegales en el circulo próximo al IFE como para considerar muy seriamente la posibilidad de que se haya cometido un fraude electoral.
La respuesta de la ciudadanía y de algunos analistas políticos se ha basado en prejuicios y nula capacidad de reflexión, de la misma manera que ocurrió con las campañas políticas.

El desprecio por la política y las matemáticas la hemos pagado por muchos años y seguimos tropezando en el mismo prejuicio. México lejos de encaminarse por la ruta de los países del primer mundo, se ha atascado y va en franco retroceso incluso medido con otras naciones de las llamadas "emergentes".

En palabras de Raymundo Riva Palacio en El Universal: No hay retórica en esto. El Banco Mundial tiene un índice de gobernabilidad y anticorrupción que elabora anualmente que permite medir estos procesos. De los seis indicadores que definen la legitimidad y la eficiencia de un gobierno, en los seis bajó el gobierno de Fox. En rendición de cuentas, cayó de una calificación de 59.6 en 2002, a 56.8 en 2004; en estabilidad política se redujo de 52.4 a 43.7; en eficiencia gubernamental se desplomó de 65.7 a 56.7 (en 1998 tenía una calificación de 68.9); en estado de derecho cayó de 47.4 a 45.9; el control de la corrupción bajó de 51 a 48.8; y en calidad regulatoria, aunque subió de 66.8 a 68 en el mismo bienio, cayó con respecto a 1998, cuando tuvo 75.5. A este desastre se le puede añadir otro indicador de eficiencia y legitimidad importante: la ausencia de violencia. En este sexenio no sólo se disparó en número, sino en la calidad de la violencia y la extensión con la cual se maneja el crimen organizado.

Renunciar como ciudadano a hacerse cargo de la política es una falta gravísima que refleja la poca cultura cívica con la que contamos, y aún peor, la ausencia de una conciencia y una postura activa que nos reivindique como parte de la sociedad, sociedad que vive con índices de pobreza y violencia alarmantes. Remata Raymundo Riva Palacio en su mismo artículo: Son malos momentos para carecer de una visión de Estado, aunque, ¿de qué nos asombramos? Ya sabíamos que nuestros políticos son pigmeos, que nuestra sociedad es culturalmente autoritaria y corrupta, y que la democracia, como forma de organización social, no se nos da. Hemos querido ser lo que históricamente no hemos sido y hoy, a simple vista de nuestro comportamiento colectivo, demostramos que tampoco podremos ser. Tenemos lo que nos merecemos, y lejos de avergonzarnos, lo presumimos. De esta manera, lo que sea, lo que venga, lo tenemos merecido.


*Artículo publicado en el diario Cambio en su edición del 31 de julio de 2006 y en el sitio defecito.com.

julio 20, 2006

La normalidad de la violencia 

El hecho de que se haya alargado la incertidumbre electoral también tiene por consecuencia que continúen las manifestaciones en favor y en contra de los aún candidatos Calderón y López Obrador, con su dosis de hipocresía también en ambos casos.

Las agrias discusiones políticas con familiares, amigos o compañeros de trabajo tienen ya varios meses y reflejan el encono con que fueron diseñadas las campañas. En muchas ocasiones la confrontación de ideas lleva al desencuentro, las amistades se fracturan, las relaciones se deterioran.

Un par de episodios está fresco: por un lado presenciamos que algunos de los simpatizantes de López Obrador increparon y gritaron consignas a Felipe Calderón y otros han clausurado simbólicamente oficinas de negocios. La contraparte se encuentra en la agresión que sufrieron las obras pictóricas que denuncian fraude electoral y que son muestras de apoyo a Andrés Manuel López Obrador. Unos y otros denuncian las agresiones del adversario, pero guardan silencio cuando los excesos acontecen al interior de su partido o de sus simpatizantes.

El escándalo de denunciar al adversario por sus formas y omitir los propios pecados es parte de la campaña propagandística. Las expresiones como las que hemos visto son características de cada bando: la izquierda históricamente se ha manifestado con marchas y plantones, gritando consignas; así como la derecha tiende a reprimir o destruir las expresiones de cultura y hacerlo en el anonimato, tras las sombras.

Es difícil calcular hasta donde pueden llegar las expresiones de violencia. ¿Hubieran llegado a golpear a Felipe Calderón los manifestantes que lo increparon? ¿Los panistas asesinarían en dado caso a Elena Poniatowska como lo sugiere Carlos Mota en su columna por haber clausurado simbólicamente a Banamex?

El pasado político mexicano está constantemente marcado por la violencia y la represión, no es para extrañarnos que siga ocurriendo, es hipócrita escandalizarse. La desafortunada conclusión es que no hemos avanzado en la ruta democrática, muy por el contrario estamos registrando una regresión a nuestro pasado autoritario y fraudulento.

julio 03, 2006

La noche triste del 2 de julio 

.
En punto de las 11 de la noche presenciamos otro capítulo del errático comportamiento que ha tenido el IFE durante la campaña electoral.
Justo cuando el país necesitaba certidumbre, viene el consejero presidente Luis Carlos Ugalde a alargar la espera y desatar una ola de especulaciones llevando hasta el miércoles el resultado de la elección presidencial.
Anunció que la diferencia entre el primero y segundo lugar es tan estrecho que no asegura un resultado definitivo, pero este argumento es débil e insuficiente.
De haber dado a conocer los resultados del conteo rápido, todos los electores y los partidos tendríamos una idea clara del porcentaje -por más reducido que éste fuera- de la diferencia entre los candidatos involucrados. También podríamos saber quien es el candidato con la ventaja momentánea en la muestra.
Tal parece que el IFE considera que los ciudadanos no tenemos la capacidad de comprender lo que es una muestra y el probable margen de ventaja de uno u otro candidato. Nos toma por unos estúpidos seguramente.
Los efectos han sido inmediatos, tanto López Obrador como Calderón han salido con sus seguidores a reconocer que será el IFE quien dará los resultados definitivos, pero proclamándose ganadores en base a encuestas de salidas hechas por diferentes firmas. Estos pronunciamientos y nuevas hostilidades serán el común denominador hasta que se declare un ganador.
Seguramente en los próximos días también tendremos efectos negativos en el tipo de cambio, en las cotizaciones en la bolsa y quizá hasta una fuga de capitales.
Esta incertidumbre ya está generando rumores de que se está preparando un fraude en favor del candidato Felipe Calderón del partido que en estos momentos está en el poder: PAN.
La mediocridad del IFE contrasta con la nutrida y pacifica votación de los ciudadanos en sus casillas. Nos vamos a la cama, pero es una noche triste e incierta, con un IFE derrotado por su propia incompetencia.

Reporte para defecito.com

julio 02, 2006

Domingo de ficción 

.
La afortunada calma que prevalece hasta ahora en las casillas de votación asemeja una historia de ficción.

Apenas hace algunas horas quedaron atrás las violentas y asfixiantes campañas políticas, también se hizo una breve pausa en el ambiente futbolero una vez que se definieron los equipos semifinalistas en la copa del mundo. El ambiente es propicio para salir a las urnas a emitir el voto.

La cobertura mediática es la más amplia que se haya presenciado. También es notable que en cada casilla hay representantes de los principales partidos políticos, resaltan las camisas amarillas, azules, verdes y rojas. Hay miles de ojos observando está elección.

El resultado que arrojará la elección presidencial es un enigma, tantas encuestas con diversos resultados, la razonable posibilidad de coacción y compra del voto o que la información del padrón haya sido usado en beneficio de un partido.

A partir de las 8 de la noche comenzará a conocerse las tendencias con los conteos rápidos y la captura de las primeras casillas. Esperemos que el cierre de la jornada siga con la misma tranquilidad con que transcurre.

Hubiera sido fantástico que no hubiéramos presenciado campañas tan radicales que transmitían miedo. Nos queda esperar que los resultados de las votaciones reflejen realmente la intención de los electores.

Los mejores deseos en esta votación.

Reporte para defecito.com

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com
imagen